El primer partido de la segunda vuelta fue una repetición en resultado de la primera, donde esta vez el equipo local salió mas motivado que el equipo de Alba de Tormes, que salió a jugar el encuentro sin ganas ni motivación, y esto le valió al equipo de Ciudad Rodrigo a dominar el partido, llevándose una victoria merecida por su calidad de juego pero triste mente y sin necesidad, enturbiada por culpa de el colegiado que no supo hacer su trabajo y se dejó influir en el partido por un linier espontáneo, que coincidía con ser uno de los entrenadores del equipo local, permitiendo que el juego del equipo local, fuera de una excesiva dureza, que no fue ni recriminado ni a molestado, siendo esto una ventaja añadida a los club que permiten y motivan a que sus categorías inferiores practique el juego duro, aprovechándose de la impunidad de algunos árbitros que no castigan las acciones duras con tarjetas.
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